El membrillo es una fruta que es muy tradicional de orígenes muy antiguos. Hay que cocinar el membrillo porque cuando esté crudo esté muy duro y ácido. Todo cambia cuando se cocina ya que mantiene su forma y estructura y libera un aroma y sabor exquisito que se presta bien a ser incluido en postres. En Gibraltar y alrededores es tradicional hacer una compota de membrillo cuando es la época, en otoño e invierno.
Lo bueno del membrillo es que no pierde su estructura cuando se cocina y adquiere una textura suave y una fragancia que siempre me lleva a mi niñez cuando mi abuela hacía este postre. Esta receta es muy fácil, lo más difícil es pelar los membrillos. No hay que dejar que estos postres sencillos y tradicionales se pierdan, sobre todo cuando con pocos ingredientes se consigue algo que está tan rico e indulgente. Las semillas del membrillo ayudan a soltar mucílagos y pectinas que ayudan a espesar el almíbar y dar mejor consistencia y color.
Descripción
El membrillo es una fruta que hay que cocinar para consumir y es tradicional hacer una compota de membrillo cuando es la época, otoño e invierno. Esta receta es muy fácil y con poco ingredientes se consigue un postre que está riquísimo.
Ingredientes
- 1.2 kg de membrillo (aproximadamente 3 medianos)
- 750 ml de agua
- 200 gr de azúcar
- 4 ramas de canela
- 4 clavos de olor (especia)
Instrucciones
- Pelar los membrillos y deshuesar quitando los corazones. Guardar media docena de semillas, no se comen pero sí sirven para soltar pectina en el almíbar que ayudará a espesar y dar consistencia.
- Cortar los membrillos en dados grandes y poner en una olla con el agua, el azúcar, la canela y los clavos.
- Llevar a ebullición y hervir a fuego lento durante 45 minutos hasta que el membrillo esté blando y el almíbar haya espesado y cambiado de color a un rosa anaranjado.
- Dejar enfriar y servir.
Consejos
Para que el membrillo no se oxide y cambie de color antes de cocinar siempre se pueden ir poniendo los pedazos en un bol lleno de agua. Sin embargo, durante la cocción el color suele cambiar a naranja o rosado así que tampoco es un paso imprescindible.