Compota de membrillo

El membrillo es una fruta que es muy tradicional de orígenes muy antiguos. Hay que cocinar el membrillo porque cuando esté crudo esté muy duro y ácido. Todo cambia cuando se cocina ya que mantiene su forma y estructura y libera un aroma y sabor exquisito que se presta bien a ser incluido en postres. En Gibraltar y alrededores es tradicional hacer una compota de membrillo cuando es la época, en otoño e invierno.

Lo bueno del membrillo es que no pierde su estructura cuando se cocina y adquiere una textura suave y una fragancia que siempre me lleva a mi niñez cuando mi abuela hací­a este postre. Esta receta es muy fácil, lo más difí­cil es pelar los membrillos. No hay que dejar que estos postres sencillos y tradicionales se pierdan, sobre todo cuando con pocos ingredientes se consigue algo que está tan rico e indulgente. Las semillas del membrillo ayudan a soltar mucí­lagos y pectinas que ayudan a espesar el almí­bar y dar mejor consistencia y color.

 

Humus casero

El humus es algo que se ha puesto bastante de moda últimamente y se encuentra en muchos supermercados y de buena calidad. Eso está muy bien, pero es un plato bastante básico, fácil y barato de preparar, ¿y por qué no hacerlo en casa?

Lo primero, si no lleva ajo no es humus. El ajo le da un toque se sabor muy interesante. Hay que tener esto en cuenta cuando se hace de antemano porque el sabor a ajo crudo suele intensificarse conforme que va pasando el tiempo. Si se consume de inmediato no hay que tener esto en cuenta.

Lo segundo, si no lleva tahini (o tahina, pasta de semilla de sésamo) no es humus. El tahini se puede encontrar en algunos supermercados grandes y tiendas ecológicas, aunque en Gibraltar está a la venta en todos los supermercados. Es como la crema de cacahuetes, pero más intensa y sabrosa.

La consistencia del humus depende del gusto de cada uno. Si te gusta uniforme entonces es conveniente usar una batidora de mano o un robot, si te gusta con grumos y más rústica entonces se puede hacer con un tenedor. El sabor es el mismo.

Mientras que muchas otras recetas utilizan aceite de oliva para soltar el humus, yo suelo usar agua. Creo que ya de por sí­ lleva bastante grasa con las cantidades que utilizo y el tahini es bastante graso, así­ que se hace más ligera utilizando algo de agua o el líquido que traen los tarros de garbanzos para soltar la pasta.

Una cosa importante a tener en cuenta es que el humus no lleva apenas comino. En muchos lugares se pide humus y lleva muchísimo comino y esto no tiene nada que ver con el humus que se sirve en Grecia o Turquí­a. Solo una pizca “de lejos” para dar un acento de aroma, pero poco más.

El humus se puede usar como acompañante para otros platos aunque también es perfecto para comer con crudités, verduras crudas cortadas a tiras como zanahorias, pepinos o pimientos. Es el plato perfecto para compartir.

Leche condensada vegetal y vegana

La leche condensada es un ingrediente bastante útil que se utiliza en muchos postres caseros. Es imposible encontrar leche condensada de origen vegetal pero afortunadamente es muy fácil de hacer en casa. Para hacerla utilizo leche de soja por la sencilla razón que tiene más protei­nas y grasas que las demás leches vegetales y se asemeja más en sus propiedades a la leche de vaca. Eso quiere decir que se puede utilizar en postres y tartas de la misma forma que la leche condensada tradicional.

Esta receta es bastante fá¡cil de hacer en que no tiene muchos pasos a seguir pero es mejor no quitarle ojo mientras se está haciendo porque hay que ir moviendo constantemente. Tiene buen sabor y aunque el sabor a soja se intensifica, también lo hace el dulzor. Si se utiliza en postres el sabor a soja apenas es perceptible y es una alternativa excelente y completamente vegana.

Esta receta da un total de aproximadamente 450 ml (2 tazas) de leche condensada vegetal hecha de 1 litro de leche de soja, que viene a ser lo mismo que en una lata de leche condensada convencional.

Salsa de almendras y nueces

La salsa tradicional de nueces y almendras no es dominio exclusivo de las carnes, también se puede adaptar y comer con alimentos vegetarianos o veganos, como por ejemplo albóndigas vegetales, tofu o seitán. Algunas personas lo hacen con solo almendras, otras solo con nueces pero en mi casa siempre se ha comido con una mezcla de ambos. La verdad es que de cualquier forma está buena. La técnica es muy rústica y tradicional de la comida española, usando pan duro para espesar la salsa.

Esta receta está basada en la de mi familia aunque incluyo dos ingredientes que son totalmente opcionales pero que dan un toque muy sabroso. Estos son el extracto de levadura, que se usa en sazonadores de carne, y la pasta miso que da un toque de sabor salado muy interesante. Juntos se combinan estupendamente para dar ese sabor tradicional, pero si no se tienen no pasa nada, se puede disfrutar de la salsa de la misma forma.

Ensalada de tabulé

El tabulé (o tabbouleh) es un plato típico del Lí­bano y Syria que además de estar delicioso es también muy sano y muy fácil de hacer. Es ideal para cuando aprieta el calor ya que se come frío y es muy buen acompañante de otros platos lo que lo hace muy versátil. Existen muchas variantes de tabulé dependiendo de la zona geográfica – en algunos lugares se hace con cuscús, y en otros como en el Lí­bano se le echa muchísimo perejil.

Esta versión se hace con bulgur, que es sémola de trigo. Si no se encuentra bulgur entonces se puede hacer con cuscús, aunque el grano de bulgur es un poco más grande y más consistente. También utilizo un método de absorción sin cocción, es decir que se le agrega el lí­quido a temperatura ambiente al bulgur y se espera hasta que este lo absorba todo. Queda igual o mejor que cocinándolo ya que no hay que esperar que enfríe y tiene mejor textura.

La ensalada de tabulé está muy buena sola, como aperitivo y como acompañante. Una cosa a tener en cuenta es que se puede hacer por adelantado y hasta está más bueno de un dí­a para otro.

Salsa tzatziki

El tzatiki es una salsa griega, también conocida en Turquí­a como cacik. Es una salsa a base de yogur, con un sabor ligeramente áido y de textura espesa, con el picor del ajo y frescor del pepino y hierbabuena o menta seca. Es importante usar esta especia en su forma seca ya que fresca tiene otro sabor. El tzatziki se encuentra con relativa facilidad en los supermercados, pero está mucho más buena cuando se hace casera.

Tradicionalmente se hace con yogur griego, pero en esta receta planteo una opción libre de lácteos, ya que no suelo consumir yogur a base de lácteos ya, sino yogur de soja. El resultado es muy parecido, casi sin diferencias ya que los yogures naturales de soja están muy bien conseguidos. Si bien el tzatziki es un poco más espeso y ácido eso se arregla con un poco de zumo de limón y un truco opcional para espesar el yogur con algo de tofu, aunque tampoco es que lo necesite especialmente (ir a los apuntes). En el ejemplo de la foto no he usado nada para espesar y salió riquísimo.

La salsa tzatziki es muy versá¡til y sirve de aperitivo o acompañamiento a otros platos. También se puede servir con crudités de verduras o pan de pita para mojar.

Ensalada de boniato con pimientos asados y cilantro

El boniato (o batata o incluso moniato) es un tubérculo muy versátil y se puede usar en dulce tanto como en salado como alternativa a la patata. El juego de sabores en esta ensalada es muy interesante ya que el dulzor del boniato, el aroma del cilantro y los pimientos asados se complementan muy bien. Muchas veces esta ensalada de la forma más rápida posible, que es haciendo el boniato en el microondas y comprando los pimientos ya asados. Sin embargo, siempre se pueden hornear los pimientos en casa al igual que el boniato si se tiene tiempo, aunque con el boniato se corre el riesgo de que ablande demasiado si se hornea. La textura es importante en esta ensalada, así­ que recomiendo el método que describo de microondas, o hervir como la patata.

Paella vegetariana

La paella es un plato de arroz que me trae muchí­simos recuerdos quizás porque solí­a comerlo en casa de mi abuela todos los domingos. Como bien se sabe hay muchas variedades de paella aunque para los puristas la paella es el plato original de Valencia y todo lo demás son platos de arroz. Tradicionalmente la paella, o platos de arroz, se pueden hacer de muchas variedades, de marisco, carne o una combinación de los dos. Sin embargo, es facilísimo hacer una versión vegetariana o vegana con algunas sustituciones sencillas.

Para hacer una paella vegetariana o vegana se puede ser creativo ya que la paella es un plato muy versátil. A veces solo la hago de verduras, como por ejemplo judías verdes y alcachofas, y otras veces como en esta receta utilizo algún tipo de ‘carne’ vegetal para hacerla más parecida a la versión tradicional. Es conveniente utilizar azafrán verdadero y no colorante ya que el azafrán le da un sabor exquisito y se puede utilizar muy poco para dar sabor y color. En esta receta también utilizo extracto de levadura (Marmite) que es un condimento vegano que da un sabor a carne, y pasta miso que es una pasta japonesa de fermento se soja que da sabor salado muy sabroso. No son ingredientes convencionales en la paella pero funcionan muy bien para dar ese sabor de toda la vida. Si no se encuentran en el supermercado no es el fin del mundo, es totalmente opcional y se pueden omitir.

El concepto de la paella es lo opuesto a la de un risotto, ya que hay que mover muy poco para no romper los granos de arroz y que no suelten su almidón. Solo así pueden salir los granos de arroz sueltos y blandos a la vez. Es mejor mover la sartén o paellera que mover con el cucharón. También es conveniente cocer a fuego medio para que no se pegue el arroz.

Un truco para que siempre salga un buen plato de arroz es apartar cuando aun tiene un punto al-dente. Entonces se tapa y se le pone un paño de cocina encima para aislar el calor y se deja unos 5 minutos. El arroz sigue cociendo con su calor mientras reposa y cuando se destapa estará perfecto. No siempre hace falta una paellera – con una buena sartén que no se pegue es suficiente si es solo para dos personas. La clave está en hacer la paella en un recipiente ancho y poco profundo.

Pisto Casero

El pisto casero es un plato muy tí­pico de la cocina española y también de Gibraltar. El pisto es la versión española del ratatouille francés y también existen versiones parecidas en el este del Mediterráneo. Esta receta requiere su tiempo, no se puede hacer con prisas ya que hay que cocer a fuego lento para que la berenjena  y el calabací­n se hagan bien, suelten todo su sabor, y espese la salsa.

El pisto se puede comer como plato principal o como tapa. También se puede usar como una salsa para hacer rellenos demostrando la versatilidad del pisto como receta. No se puede decir que hay una receta única de pisto ya que cada uno lo have de una manera. Una cosa sí­ es segura, y es que el pisto casero está mucho más bueno que el que se compra ya hecho. Suelo asociar el pisto con el verano pero realmente se come en todas las épocas del año. Se puede acompañar con patatas fritas, con huevo frito (aunque obviamente esto no es apto si se es vegano) o simplemente con arroz para una opción más saludable.

Risotto de setas

El risotto es un plato de arroz italiano que viene a ser lo opuesto a los platos de arroz españoles. Los platos de arroz italianos requieren que se mueva constantemente para que el arroz suelte todo su almidón y ayude a espesar la salsa. Los risottos son muy versátiles, y hacer uno de setas y que además sea vegano es facilísimo con algunas modificaciones.

El risotto convencional lleva bastante queso parmesano, pero dado a que este tipo de queso no es apto para vegetarianos se puede hacer vegano sustituyéndolo con levadura nutricional que tiene un sabor parecido al queso. Esto además ayudar a disminuir bastante las calorí­as en el plato.

Este risotto tiene mucho sabor gracias a los boletus que suelen usarse mucho en la cocina italiana. Es recomendable usar boletus deshidratados pero si estos no son fáciles de encontrar siempre se pueden usar boletus de tarro. El lí­quido que se usa para hidratar los boletus secos contiene mucho sabor así que es bueno utilizarlo. Si no se tiene porque se usa de tarro entonces se pueden usar unas gotas de salsa de soja para dar un sabor mas sabroso, pero esto es opcional. Tampoco hay que limitarse a usar boletus, se puede utilizar cualquier tipo de seta que tenga un sabor intenso.

Para dar cremosidad me gusta usar nata vegetal a base de almendras. Una buena proporcóón es una de 100 gramos de arroz por persona, asíí se puede incrementar proporcionalmente si hay más personas.

Ensalada Waldorf

La ensalada Waldorf es una ensalada cláica que contiene manzana, apio, y nueces en una salsa cremosa. Esta receta va un paso más allá¡ ya que tiene una rica fuente de proteí­nas usando alguna ‘carne’ vegetal, aunque esto es completamente opcional, además de pasta y rúcula. También se puede omitir la pasta y servir con pan o una patata asada. La ensalada Waldorf es bastante versátil ya que admite modificaciones a gusto de cada uno.

Waldorf Salad

Suelo hacer esta ensalada usando yogur natural de soja y mayonesa sin lácteos para hacerla vegana. El yogur natural de soja es relativamente fácil de encontrar en muchos supermercados, mientras que la mayonesa sin lácteos (también conocida como veganesa) quizás es más difícil de encontrar en supermercados pero si está¡ disponible en tiendas de comida ecológica. Es por esta razón que clasifico esta receta como vegana, la opción está ahí­, aunque siempre se puede hacer con ingredientes tradicionales.

Pasta con salsa de tomate y romero

El ajo y el romero se complementan muy bien y tienen un sabor tan mediterráneo que son perfectos para incluir en un plato de pasta. La receta original de familia lleva muchísimo queso derretido en la salsa de tomate y no puedo mentir, está totalmente delicioso. No obstante me gusta hacer este plato libre de productos lácteos ya que así es mas sano y tiene muchas menos calorías.

Para dar cremosidad y reemplazar el queso me gusta usar una nata vegetal. Hay varios tipos a la venta, mis preferidos son la nata a base de almendras y de avena. La nata de almendras aporta un toque de sabor que se combina muy bien con los otros sabores mediterráneos. El sabor a queso se puede reemplazar con levadura nuticional que es un ingrediente que los veganos utilizan mucho, y da un toque a queso además de ser un producto muy rico en vitaminas.

Lo bueno de esta receta es su sencillez y que solo tarda lo que pasta en cocerse, así­ que es muy fácil y rápido de hacer.

Chili con carne vegetal

El chili con carne es un plato mejicano muy popular, y afortunadamente hacer una versión vegetariana o vegana es facilísimo. Hay muchas formas diferentes de hacer el chili, de hecho cada uno tiene su forma particular de hacerlo. Aquí no se trata de autenticidad sino de sabor. Esta receta está inspirada en una que Jamie Oliver tiene en su libro 15 Minute Meals, y le vi hacerlo en la serie de televisión que acompaña el libro. Su receta no es vegetariana pero es fácil de adaptar para hacer una alternativa a base de vegetales.

Para hacer este plato suelo usar ‘carne’ picada vegetal ya preparada. Es muy fácil de encontrar en los supermercados en Gibraltar y Reino Unido, pero aún no la he visto en supermercados españoles. Por eso recomiendo usar soja texturizada que sí es muy fácil de encontrar. Solo hay que hidratarla y tarda unos 5 minutos en preparar. Se puede hacer con agua, caldo vegetal o se le puede echar algunas especias o condimentos para darle más sabor. Esto además hace que el plato sea vegano ya que algunas marcas de ‘carne’ vegetal picada no son aptas para veganos.

Puede que la mezcla de especias no parezca muy convencional para un plato mejicano pero funciona muy bien, ya que la comida india y mejicana comparten muchas de las mismas especias y se complementan bien. A mi me gusta hacer varias porciones de chili y los congelo para cuando me apetezca o me quiera llevar comida al trabajo.

También puede parecer poco tradicional utilizar bulgur o quinoa, pero complementan al chili estupendamente. La quinoa también es una fuente rica de protei­nas. Sin embargo muchas veces lo hago con arroz y sale exquisito. Cualquier opción es válida.

Pasta con brócoli, champiñones y almendras

Esta receta de pasta con brócoli es muy fácil y además tarda en hacerse lo que tarda la pasta en cocer. El brócoli es una de mis verduras favoritas que además de dar sabor también da una buena textura ya que se mantiene crujiente. El brócoli también es una fuente importante de nutrientes y vitaminas.

Para esta receta solo hay que ser algo metódico en cómo se planifica. Es recomendable tener todos ingredientes ya cortados y a mano cuando se echa la pasta a hervir. Todo tarda muy poco en hacerse así­ que también se pueden cortar todas las verduras de antemano ¡aunque a mi me gusta ir un poco contrarreloj!

La nata vegetal que me gusta utilizar es a base de almendras pero hay otras como avena o soja. También me gusta utilizar levadura nutricional para darle un sabor ligero a queso Las cantidades de esta receta son para una persona pero fácilmente se puede multiplicar en base de las personas que vayan a comer.

Tarta de queso al horno con frambuesas

Las tartas de queso horneadas son a mi parecer las mejores a pesar de que suelen decir que son un poco complicadas. Esta receta es mi favorita de todas las tartas de queso al horno que he hecho y además es facilí­sima. El relleno es cremoso, suntuoso y muy rico en sabor, con un contraste de dulzura y acidez suave de las frambuesas y con un ligero aroma a limón. La forma de hacer esta tarta de queso es la que convencionalmente se utiliza en EEUU y Reino Unido ya que la tarta de queso española es diferente. Esta tiene una base de galletas y utiliza huevos para cuajar el relleno hecho  con queso de untar (o queso crema).

Esta tarta de queso tiende a agrietarse en la superficie cuando está enfriando sobre todo si se saca del horno al acabar el horneado para que enfríe rápidamente. Las grietas en la superficie se pueden evitar si se permite que la tarta de queso enfríe lentamente, dejándola en el horno con la puerta entreabierta una vez acabado el horneado hasta que enfrí­e del todo. Esto lleva más tiempo  pero merece la pena si se tiene paciencia para esperar. Aunque aparezcan grietas tampoco es un gran problema ya que se echa una salsa de frambuesas encima que las hace desaparecer, y a la vez penetra en la tarta y aporta sabor.

Tomates aliñados

La ensalada de tomates aliñados es muy tí­pica del sur de España y también se hace mucho en Gibraltar. Como ensalada es de lo más sencilla. La incluyo en este blog, más que nada, porque quizás hay personas que no son de la zona y no conocen este plato. Los tomates aliñados se suelen servir como un aperitivo antes de comer otras tapas. Es importante usar tomates grandes que están maduros, aunque los tomates verdes de ensalada tambié©n sirven, es cuestión de gustos.

La ensalada de tomates aliñados es una ensalada que tiene ajos crudos, muy común en la comida española y que tiene muchísimo sabor. Cómo se corta el tomate es cuestión de preferencia personal. A veces lo corto en rodajas finas como en la foto, otras veces a trozos grandes. También es importante usar sal gorda o escamas de sal. La sal gorda hará que salga líquido del tomate y no salará tanto como la sal fina, ayudando así­ a dar sabor sin pasarse con el punto de sal. La elección de aceite también es importante, a mi me gusta usar un aceite de oliva virgen extra para este tipo de ensaladas.

Risotto de pasta orzo, brócoli y guisantes

El risotto es un plato de la cocina italiana que suele hacerse con arroz arborio, un tipo de arroz redondo. Hoy en día el risotto se ve más como un concepto que se puede hacer con otros granos como la espelta, el trigo e incluso diferentes tipos de pasta. Esta versión de risotto está hecha con pasta orzo, que en italiano significa cebada. La pasta orzo tiene la forma de grano de arroz aunque en tamaño es más o menos el doble de grande. En España puede ser algo difícil encontrarla pero sí­ hay una variedad de pasta llamada ‘pasta piñones’, que se encuentra fácilmente.

Esta variante del risotto tradicional es mucho más fácil de hacer, no hay que estar moviendo constantemente el arroz y agregando lí­quido para que absorba poco a poco. En esta versión hecha con pasta no hay que estar moviendo la comida constantemente ya que la pasta no se aglutina como hace el arroz, y queda cremoso de todas formas.

En esta receta prefiero no utilizar ni la nata láctea ni queso, esto la hace más liviana y también vegana. Para  sustituir la nata utilizo nata de almendra (también hay de avena, de arroz o de soja). Para reemplazar el queso utilizo levadura nutricional aunque no es esencial y si no tienes no hace falta incluirlo. Este plato es muy sabroso y perfecto para un almuerzo ligero de primavera o verano.

Bizcocho de ciruelas

Me encantan las ciruelas cuando están dulces, son un verdadero manjar. Hago hincapié en eso porque las ciruelas muchas veces están muy duras y ácidas, y cuesta un poco comerlas cuando están así­. Sin embargo son perfectas para repostería o para cocinar con ellas. Esto me pasó una vez cuando compré más de medio kilo de ciruelas a la vista sin tocarlas previamente. Cuando llegué a casa me di cuenta que estaban más duras que una piedra. A pesar de dejarlas días para que madurasen, no lo hací­an. Fue en ese momento cuando decidí­ hacer un bizcocho con las ciruelas.

La inspiración de este bizcocho es el mismo que está detrás de la tarta de piña, donde la fruta y el caramelo están en la base y se le da la vuelta al pastel para servir. Es un concepto parecido también al del tati­n clá¡sico, que también tiene una salsa de caramelo en la base y se le da la vuelta. Esto hace que el bizcocho no está seco y le da un dulzor que equilibra la acidez de las ciruelas.

Receta de coquitos

Los coquitos son unos dulces tí­picos de Gibraltar, sobre todo en verano. Son pequeñas bolas de coco y leche condensada cubiertas con una capa de caramelo crujiente. Los coquitos son crujientes por fuera y cremosos por dentro, con un sabor fresco y tropical.

El recubrimiento de caramelo puede ser un poco complicado porque consiste en sumergir las bolas de coco en azúcar derretida. El azúcar debe estar a una temperatura elevada y hay que tener cuidado de no quemarse. También hay que actuar de manera rápida porque el azúcar oscurece a medida que pasa el tiempo, y es la razón por la que considero que es una receta con cierta dificultad. No obstante, no hay que dejarse intimidar por esto. La recompensa de dulces bolas de coco crujientes por fuera y cremosas por dentro vale la pena. Es costumbre utilizar colorante rojo en el caramelo, aunque prefiero no utilizar colores artificiales si no es necesario.

En Gibraltar es muy típico comerlos frí­os de la nevera de playa en verano, aunque se comen en cualquier época del año. Para hacer una versión vegana o sin lácteos se puede hacer con leche condensada de soja, que es fácil pero require algo de paciencia.